Un padre de 70 años y su hijo de 34, con una relación conflictiva, se pierden con el coche en medio de los vastos campos de las mesetas del interior de España. Cuando paran en una pequeña gasolinera, se pierden de vista y los dos piensan que han perdido al otro. El viejo odio y resentimiento se convierten en preocupación y culpa y descubren lo mucho que significan el uno para el otro.