Amadeo es una buena persona. Vive en un tranquilo pueblo de Valencia, y desde que murió su mujer, se dedica en cuerpo y alma a cuidar de su suegro inválido, el Sr. Agustín. Debido a esto, pasa bastante desapercibido entre la gente. Un buen día Lolín, la hija de la pescadera, tendrá una premonición al decapitar una anguila: a Amadeo le quedan siete días de vida. Este hecho desencadenará una serie de acontecimientos que cambiarán su vida por completo.