Julia regresa a su casa para celebrar el cumpleaños de su madre. Es cuando vuelven a encontrarse, después de unos días sin verse, que la aparición de un antiguo conflicto torna evidente la barrera generacional que las separa. En ese momento de reencuentro, nuestra protagonista toma conciencia de que la distancia que ha crecido entre ellas es tan grande que parece imposible encontrar un punto de retorno.