Jana recibe una visita muy especial, Jordi. Ambos intentan acercarse el uno al otro y conectar de nuevo pero algo falla. Jordi sabe que Jana hace tiempo que está encerrada en casa y quiere animarla en su carrera como pintora. Jana no quiere que Jordi le dé lecciones y no sabe cómo salir de su crisis creativa. Los dos se enfrentarán al agujero negro de negatividad en que se encuentra Jana, y que se ha tragado la relación sin que ninguno de los dos lo haya podido evitar.