La experiencia ESCAC en ‘Looking China’

Tres graduados de ESCAC han participado en Looking for China Youth Film Project, un programa de intercambio cultural para estudiantes de cine
03.07.18 - Formación,

Tres graduados de ESCAC han participado en Looking for China Youth Film Project, un programa de intercambio cultural para estudiantes de cine organizado por la Academy for International Communication of Chinese Culture de la Beijing Normal University.

La séptima edición ha acogido a más de 400 estudiantes de cine de todo el mundo, que han viajado a China para experimentar la vida local, la cultura y realizar varios cortometrajes sobre el tema de este año; “Ecología, Biología y el Conocimiento de la vida”. A continuación podéis verlos.

Judith Carceller, Daniel Olmos y Bernat de Ferrer, los tres graduados de Grado de ESCAC que han viajado a China, nos cuentan qué ha significado para ellos “Looking China”:

«Cada día era una sorpresa y un nuevo impacto cultural pero sin duda, con lo que más me quedo es con lo que viví al llegar a la localización de rodaje: KongjíaFang. Era un pueblo rural perdido en medio de las montañas de China a 4 horas de la ciudad. Nadie había visto nunca ningún occidental, así que yo sería la primera. Al poner un pie fuera del coche y salir, todas las miradas se volvieron hacia mí. Cada vez que me cruzaba alguien, se me quedaba mirando y sonreía (sonreían mucho), muchos de ellos se acercaban a pedirme una fotografía (y luego venían de nuevo para hacer lo mismo con sus respectivos familiares), me tocaban el pelo para comprobar si era de verdad, incluso venían a la habitación donde yo dormía y llamaban a la puerta para hacerse más fotos. Todo el mundo me ofreció su casa para pasar la noche, o compartir comidas con ellos. Así fue como cada día lo pasé en una casa diferente, compartiendo desayunos, comidas y cenas con alimentos que no había visto nunca y con gente nueva que se partían de risa cuando me oían decir lo único que sabía: «ShièShiè «(gracias).» Judith Carceller, graduada especialidad de efectos visuales.

 

“Cuando me dijeron que iba a Wuhan, pensé, “bueno, no es ni Shanghái ni Pekín, así que será un pequeño pueblo chino rodeado de árboles donde la gente se mueve en bicicleta como en las películas rurales de Zhang Yimou”. Me faltaba todo por ver. Wuhan resulta ser la megalópolis más grande que he visto nunca, más grande que cualquier ciudad europea, más grande que New York… desde lo alto de la Torre de la Grulla Amarilla junto al río Yangtzé, puede uno dar una vuelta de 360 grados en la que solo se divisan rascacielos en los horizontes: es “la ciudad infinita”. Pero en este espacio tan inabarcable y alienante, constante recordatorio de nuestra pequeñez e insignificancia, tiene lugar, paradójicamente, una intensa vida en comunidad: comemos juntos la comida del mismo plato, bebemos juntos la cerveza del mismo garrafón, cantamos juntos canciones en el Karaoke, montamos juntos en una sala de montaje… y todos estos detalles de nuestra experiencia reflejan solo una pequeña parte de la vida de nuestras compañeras chinas, la gente más sonriente que nos podíamos encontrar.» Daniel Olmos.

«La que sería una de las metrópolis más grandes de Europa, allí es una ciudad industrial que pasa desapercibida. Esto se China. Inmensidad. Mires donde mires. (…) Looking China ha sido increíblemente positivo y sorprendente. No sólo por la cultura y la propia experiencia de rodar un documental tan lejos de casa, sino sobre todo por la gente que he conocido. Tres semanas pasan muy rápido, pero es brutal lo mucho que hemos intimado con gente desconocida y de tantos lugares diferentes. Las incansables estudiantes chinas que nos acompañaban a cada estudiante extranjero y que nos hicieron vivir su día a día, guiándonos, traduciendo, y en definitiva, cuidándonos en un país que no habla el inglés. Xiao y Hu no leerán este artículo, pero son dos de las razones principales de que esto haya sido una buena experiencia. Del propio país me marcho con la sensación de que podría vivir durante años allí y no acabar de entender los rincones escondidos de la cultura y la lengua.» Bernat de Ferrer.

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