Alexandra ha jugado a tenis desde que tiene memoria. Tras años entrenando bajo la tutela de Julio, su padre (un tenista retirado que pretende revivir sus victorias a través de ella), se ha convertido en una de las tenistas junior más prometedoras del circuito español.
Durante la celebración de uno de los torneos más importantes de la temporada de 1978, la presión creciente que ejercerá su padre dentro y fuera de la pista empezará a afectar su salud mental.
Con la llegada de la adolescencia y los interrogantes que esta conlleva, Alex se dará cuenta de que, quizás, este no es su destino.